Mucho hemos hablado aquí de acuarelas en pastilla y en tubo.

Solo tienes que darte un paseo por mi Instagram, y por la categoría de tutoriales acuarela o reseñas de materiales para ponerte al día.

Así que, ya era hora de que te empezara a hablar de otro de los tipos de acuarela más divertidos después de las acuarelas tradicionales, porque tienen muchísimas posibilidades creativas.

Los lápices acuarelables son bastante conocidos, pero hay muchas personas que no saben cómo utilizarlos y sacarles partido, ya que, como cualquier medio artístico, hay que conocer sus técnicas y atreverse a probar.

A mí me encantan, porque sus colores son muy intensos, especialmente si utilizamos de buena calidad, ya que, como en todos los materiales, vas a encontrar gran cantidad de marcas en el mercado y de calidades distintas.

Los he utilizado mucho, y no solo para crear, sino en mi etapa como conservadora y restauradora de bienes culturales, ya que se usan en la reintegración cromática de la pintura mural.

Así que, vamos a comenzar por la base, para que sepas qué son, cómo se usan, qué puedes hacer con ellos y algunas de sus muchas ventajas.

Me encantará saber, que después de leer este post, has sacado del cajón esa caja que tenías olvidada por no saber usarlos, o te has animado a comprarte una básica de 12 colores y probar.

¿Te quedas a leerlo?

¿Qué son?

Son lápices de colores de madera, con el mismo aspecto que los lápices de colores normales. Pero su diferencia es que, su pigmento es soluble al agua, así que tienes la posibilidad de crear el efecto de la acuarela.

Los encuentras en cualquier tienda de bellas artes y manualidades, en cajas de diferentes unidades como 12, 24, 36…Y también los venden sueltos para ir complementando tu caja con otros colores puntuales. Para empezar, te recomendaría alguna de estas marcas conocidas como Faber Castell o Winsor & Newton, aunque hay muchas más. Para afilarlos, solo necesitas un buen sacapuntas que no parta la mina, porque son más blanditas que la de los lápices normales.

Siempre los podrás identificar porque en el mango pondrá “watercolor”, “acuarelables”, “acuarelle” y el icono de un pincel.

¿Cómo se usan?

Lo primero que debes saber, es que este tipo de acuarela no sustituye la acuarela tradicional, aunque el procedimiento de trabajo comienza de manera similar.

¿Por qué?

Porque sus posibilidades y la manera de trabajar con ellos, son diferentes.

Los pasos generales podrían ser:

1. Fijar el papel acuarela con cinta de carrocero o cinta engomada.
2. Puedes hacer el boceto con un lápiz de grafito duro como un 2h. Aunque también puedes dibujar directamente con los lápices acuarelables.
3. La forma más habitual de usarlos es, dibujando primero en seco, como si fuesen lápices normales.
4. Y al final, puedes pasar un pincel humedecido en agua, para que el pigmento se funda y se expanda por el papel, creando el efecto acuarela.
5. Una vez seca la pintura, puedes volver a dibujar en seco con el mismo u otro lápiz, y volver a repetir el procedimiento o poner en práctica alguna de sus diferentes técnicas para conseguir el resultado que busques.

Ventajas

• Son fáciles de usar, aptos para todas las edades, limpios y cómodos si decides transportar para pintar fuera de casa,
• Al dibujar en seco, son muy controlables, por lo que es ideal para los principiantes e ir aprendiendo poco a poco sin miedo.
• Puedes decidir cuándo aplicar el pincel con el agua. Justo después de dibujar o en la próxima sesión que dediques a pintar, sin que afecte al tono.
• Incluso puedes dejar en seco, para aportar un acabado original.

¿Por dónde empezar para conocerlos?

Lo primero que te recomiendo, es que hagas una carta de color en un trocito de papel acuarela. Realiza unos trazos en seco, y aplica agua de la mitad hacia afuera para ir fundiendo el color. Se trata de que puedas observar la diferencia tonal del color en seco y después de pasarle el pincel.

Normalmente, al humedecerlos, sube bastante el tono, así que debes ir conociendo esto para saber cuánto dibujar en seco según el tono que quieras conseguir.

¿Qué se puede pintar con ellos?

Después de probar los colores, comienza a dibujar formas sencillas como hojas o formas geométricas. Es mejor comenzar por algo super fácil hasta que cojas soltura y conozcas bien lo que sube el tono cuando le pasas el pincel humedecido (y lo que baja al secar).

También puedes empezar a usarlos para añadir detalles, como complemento a las acuarelas en pastilla. Así irás familiarizándote con ellos poco a poco, hasta que conozcas bien cómo se comportan tus lápices.

Al tener una punta fina y ser muy controlables en seco, son un complemento ideal a la acuarela tradicional para pequeños dibujos, detalles, líneas expresivas, toques de color, creación de efectos y texturas. Ten en cuenta, que esto último depende muchísimo del grano que tenga el papel que uses.

Otra de las cosas que puedes dibujar/pintar con lápices acuarelables, son bocetos, porque son rápidos para representar una idea y darle unos toques de pincel.

¿Te animas a probarlos?

Si te ha gustado el post o quieres contarme tu experiencia o dudas respecto a los lápices acuarelables, escríbeme un comentario.

Gracias por la visita.

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