El retrato es uno de los temas más complejos para pintar, porque implica una serie de impresiones emocionales, que son las que nos dicen si el dibujo o la pintura está bien hecha. Por eso, se suele decir que un retrato tiene alma. Porque no solo se pinta un parecido físico, sino una personalidad. Con sus emociones, su carácter y su historia. Claro está, que esto lo sabremos mucho mejor, cuando vemos el retrato de alguien que conocemos. Ya sea un familiar o un amigo…

Pero conseguir el parecido, ya es de por sí un gran trabajo, del cual nos sentimos realmente realizados cuando lo logramos. Así que, en el post de hoy, voy a compartir varios consejos para que te ayuden a dibujar o pintar tus propios retratos. Toma nota.

Consejos para conseguir el parecido en un retrato.

1.Elegir una buena fotografía, que represente al protagonista del retrato.

Esto es muy importante, porque si no podemos dibujar del natural, lo mejor es tener una buena imagen. Y no solo me refiero a que tenga buena resolución, buena luz o una pose bonita, sino a que represente bien al modelo. Si tú mism@ haces la foto de tus familiares y amigos, te aconsejo que eches un vistazo al post de “Fotografía. 7 tips para conseguir el retrato perfecto”. 

2.Observa la esencia y emoción que transmite el retrato. 

Tómate tiempo para observar. En el dibujo y la pintura siempre es el primer paso. No podemos lanzarnos corriendo a dibujar. Hay que pararse delante del modelo o la fotografía, mirar, analizar, pensar cómo lo vas a pintar, fijarte en sus colores, sentir qué te transmite para que ese sentimiento o emoción esté presente en tu retrato. Tómate tu tiempo.

3.Estudia bien las proporciones y medidas.

Esto es básico para conseguir un buen parecido. Todas las personas no tienen las mismas proporciones, ni la forma de la cabeza, o la misma distancia entre las diferentes partes del rostro. Ni siquiera somos simétricos. Así que te aconsejo que lo estudies bien, y practiques mucho para ir mejorando tus habilidades con el dibujo.

4.Ten en cuenta los volúmenes

No es necesario saber anatomía como un médico, pero es imprescindible conocer qué hay debajo de la piel. Conocer cómo son los huesos, qué músculos hay, cuál es su forma y su dirección, te ayudará a entender bien los volúmenes del rostro, aunque sean diferentes en cada persona. Esto también te ayudará a detectar posibles errores en el dibujo.

5.Dibuja líneas precisas.

Cuando hagas el boceto, trata de dibujar las líneas y las formas de la manera más precisa posible. De esta forma, al pintar sobre él, no tendrás dudas a la hora de ir ajustando detalles y saber exactamente dónde está cada elemento. También es aconsejable que no te excedas en las líneas curvas, porque hay mayor posibilidad de cometer errores. Por lo tanto, dibuja más con líneas rectas y trazando ángulos.

6.Respeta las luces y sombras.

Esto es más importante de lo que parece. Si variamos las sombras, los volúmenes cambiarán y perderemos el parecido. Una línea de contorno no te hace el retrato. Por muy bien que hayas encajado las formas y proporciones, todo se puede ir al traste si no respetas las luces y las sombras del rostro.

7.Muy atent@ a los pequeños detalles y particularidades

En un retrato, cualquier fallo milimétrico puede hacer que no reconozcamos a la persona. O que, aunque tenga mucho parecido, no terminemos de reconocer la forma de ser del retratado. Por eso, tenemos que estar muy atentos a los pequeños detalles y particularidades de cada uno.

Conclusiones

Conseguir un buen parecido en el retrato, sería una mezcla entre técnica, interpretación del artista y cuidado en los detalles. Es la mejor fórmula para no caer en un retrato frío y sin vida.

¿Te ha gustado el post? Me encantará leerte en comentarios. 

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