Este año me he propuesto pintar y dibujar más. Y eso conlleva, compartir más trabajos personales por aquí para que te inspiren.

Hoy te traigo mucho más que un retrato doble pintado a tamaño A3. No solo he trabajado rasgos faciales  y tonos de piel diferentes, sino que me apetecía mucho experimentar un poquito con los materiales y las técnicas mixtas.

Si me conoces, ya sabes que eso me fascina, le veo mil ventajas y por eso siempre te lo recomiendo. Me gusta dejarme llevar y sorprenderme por el resultado.

La acuarela es la protagonista de la obra. Y gracias a que es un medio magro tan versátil, podemos dibujar y pintar sobre ella, como en este caso, con lápices de colores.

Materiales que he utilizado

He usado papel acuarela profesional de Winsor & newton. Es un papel 100% algodón, de grano fino y 300gr de peso. Su grano es muy bonito y tiene un color blanco natural ideal. Así que estamos ante un papel bastante bueno. Peeero, me ha dado problemillas en las zonas de color más intenso.

Resulta que es un papel en el que puedes levantar el color con muchísima facilidad, y eso es genial para corregir algún error. Pero, al pintar sobre otra ya seca, también levanta el color demasiado pronto. Esto en otros papeles no ocurre con tanta facilidad, así que sería mejor usar este papel para técnicas más sueltas, con menor cantidad de capas y efectos más expresivos o etéreos.

En cuanto a acuarelas he utilizado acuarelas white nights, pinceles redondos de marcas como Escoda y Raphaël de los números 2, 4, 6 y 12 y pincel de filetear.

Una vez acabado el trabajo de pintar con acuarela, dejé secar y comencé a dibujar las flores con los lápices de colores.

He jugado tanto con lápices de colores acuarelables (Los Albrecht Dürer de Faber Castell), como lápices de colores normales de Milán.

Si quieres ver un poquito de este proceso de trabajo, vente a ver este reels que compartí en Instagram hace unos días.

Es un dibujo de flores muy llamativo, con colores vibrantes y delineado de las formas para resaltar y crear esa sensación de tela bordada. Mi intención era crear un juego de texturas, aprovechando el grano del papel, así que quería que se notaran los trazos del lápiz al sombrear y crear el volumen de los elementos botánicos y adornos. Como si fueran los mismísimos hilos del tejido.

Con este nuevo retrato he querido transmitir un mensaje que me parece importantísimo en la vida. Y es que todos y todas somos diferentes. Cada persona tiene su vida, su historia, sus vivencias…Es válido, y está perfecto así. La vida es muy lista y nos hace distintos para que aprendamos unos de otros no para criticar nuestras diferencias sin ningún tipo de responsabilidad afectiva.

Porque para llevarnos bien, no hace falta que tengamos las mismas creencias, el mismo estilo de vida, pensemos o hagamos las cosas en el mismo tiempo, a la misma edad o de la misma manera.

Para llevarnos bien, tan solo hace falta respeto. ♥

Y ahora cuéntame, ¿Has pintado alguna obra usando acuarela y lápices de colores?¿Qué te parece el acabado que se puede conseguir? Me encantará que me cuentes en comentarios, y sobre todo, que te animes a probarlo.