¿Llevas tiempo pintando y te gustaría probar con el retrato? ¿Alguna vez un familiar o amigo se ha enterado que pintas y te “ha pedido” que le pintes a su niño? (Le digas lo que digas, buscará la respuesta para ponerte en el compromiso.) Pero empiezas a pintarlo y comienzas a darte cuenta que no es tan fácil como parece…

La verdad es que lo de pintar retratos siempre han sido palabras mayores. Pero si tienes la inquietud por aprender y quieres saber por dónde empezar, te voy a ayudar con unos consejos basados en mi experiencia.

Ya sabes que todo este sarao comenzó por lo retratos. Y sigue siendo el trabajo principal que desarrollo cada día. He pintado cientos, miles, no sé. La verdad que he perdido la cuenta, y es una labor que sigue fascinando y me llena de emoción.

Pero empecemos por el principio…

¿Qué es un retrato?

Puedes leer lo que dice Wikipedia, pero te lo resumo. Un retrato es la representación de una persona, en la que interviene tanto la apariencia o parecido físico, como su personalidad. Es decir, que no solamente se trata de imitar plásticamente sus rasgos, sino que interviene la sensibilidad del artista para expresar emociones, sentimientos y estado de ánimo que describan a esa persona. Y esto posiblemente, sea lo más difícil.

Para los consejos que te voy a dar a continuación, me voy a basar en un retrato realista como los que pinta una servidora. Ya que aquí entra en juego los estilos artísticos y el gusto personal de cada uno. Estos consejos son útiles para todos los procedimientos artísticos, pero voy a hacer especial hincapié en los retratos con acuarela.

Consejos para pintar un retrato

1. Elegir una buena fotografía (a no ser que te guste pintar del natural) No sirve cualquier foto para pintar un retrato, ya que nos tenemos que basar en ella para representar a esa persona. Debe tener un buen encuadre o pose, buena luz y contraste para poder realzar los volúmenes y sombras, y por lo tanto conseguir ese resultado real. Otro dato importante es que debe tener buena resolución. De esta forma podemos ampliar para ver mejor algunos detalles, ya que si no se ve, no lo podemos dibujar. Recuerda que con una fotografía de mala calidad, no se puede conseguir un buen retrato. Pero añado: además de todos estos aspectos técnicos, no debemos olvidar que la persona debe reconocerse y gustarse en esa fotografía en la que nos vamos a basar para pintar el retrato.
2. Los materiales. Si vas a pintar un retrato con acuarela, debes tener especialmente en cuenta la calidad de los materiales que utilizas. Por ejemplo: te recomiendo que utilices papel de acuarela que tenga como mínimo 50% de algodón. La calidad de los pigmentos también es importante para que no aclaren mucho al secar, y tener buenos pinceles que te permitan tanto pintar detalles como zonas más amplias con facilidad y destreza.
3. El dibujo previo. Aquí está el quid de la cuestión. La acuarela es una técnica en la que las aguadas son transparentes, por lo tanto necesitamos hacer un dibujo muy exacto del retrato. Así que todas las prácticas de dibujo serán bienvenidas y te ayudarán mucho a mejorar.
4. Un buen encaje. Aquí otro dato que se pasan por alto los principiantes. Da igual lo bien que esté ejecutada la técnica y el sin fin de detalles que hayas pintado. Si un retrato no está bien encajado en el papel, todo lo demás no importa porque no será agradable a la vista y nos puede transmitir sensaciones desagradables como ahogo. No se trata de colocar la cabeza en el centro del papel y ya, hay que tener en cuenta la parte del cuerpo que aparece, para qué lado se dirige la mirada, etc.
5. El fondo. El fondo también interactúa con el retrato. El tono del color y textura que empleemos podrá favorecer o no al retrato. Si está bien hecho nos dará la sensación que el retrato se sale del papel, viéndose una luz bonita y agradable. Si no está bien hecho, nos dará la sensación de que el retrato está como recortado y pegado al fondo, y le perjudicará. Por lo tanto es una cuestión de impresión visual.
6. El volumen. La forma en la que aplicamos los colores, las luces y las sombras de ese rostro en concreto, es lo que hará que consigamos el parecido físico, así que tiene una gran importancia. Si el boceto lo hicimos bien, pero no sabemos pintar el volumen, no conseguiremos un buen retrato. Aquí, de nuevo, la formación en dibujo, dominar el claroscuro y color es fundamental.
7. No tienes que pintar lo que sabes, sino lo que ves. Nadie tiene el rostro simétrico, ni el mismo tono de piel. Todos somos diferentes, así que no pintes de memoria como si fuera un retrato “estándar”. Tienes que tomarte tu tiempo para observar. De esta forma, el cerebro se habitúa y comienza a analizar las formas, volúmenes, colores y  sensaciones que transmite ese rostro.

¿Qué te parecido este post? ¿Has aprendido algo nuevo? Si es que sí me encantará que me lo cuentes en comentarios porque me alegraré un montón…

¿Te vas a animar con el retrato en acuarela?