Hola, soy Almu

Crecí prácticamente con un lápiz en la mano en el estudio artístico de mi abuelo, que era pintor autodidacta.

Si cierro los ojos, todavía recuerdo el olor a lienzo, madera y aguarrás que inundaba aquel espacio.

El estudio de mi abuelo era mi sitio favorito y mi lugar seguro desde muy pequeña. Me gustaba estar allí respirando aquel ambiente, escuchando a mi abuelo cantar sus coplillas y beber café, ojear sus libros y hacer garabatos en un papel sobre el poyete de la ventana, mientras observaba la plaza y su bonita fuente del pato a través del cristal.

Cual buscadora de tesoros, encontraba entre sus cajones lápices, gomas, cuadernillos y alguna foto para dibujar…Y también me fascinaba recolectar retales de tela, encajes, botones e hilos de bordar en el costurero de mi abuela. Cualquier cosa era buena si me permitía soñar y crear algo con mis manos.

Le doy mucho valor a los detalles y las pequeñas cosas. Adoro la tranquilidad, un té, una buena conversación, reír, un abrazo y una película.

The Art

A nadie le extrañó que quisiera estudiar Bellas Artes.

Mi infancia había transcurrido dibujando, pintando, cosiendo y con las manos metidas en cualquier actividad artística y creativa.

Desde muy corta edad, ya era una gran lectora de rostros. De comprender miradas, pequeños gestos, expresiones y emociones. Y por eso desde siempre, lo que más me ha gustado dibujar y pintar, han sido retratos. Me inspiro mucho en películas, series, letras de canciones o frases que me gusten, sentimientos de las personas y las historias que hay detrás de cada una…

Me fascinaban los procedimientos pictóricos, hacer mis propias pinturas, imprimaciones y barnices. Además, me especialicé en Conservación y Restauración de bienes culturales, y durante varios años me dediqué a ser “médico” de obras de arte, trabajando en lugares tan increíbles como El Museo Thyssen de Málaga, el teatro María Cristina, y gran cantidad de lienzos y pintura mural de casas palaciegas, torres, iglesias y conventos de diferentes ciudades andaluzas como el de La Magdalena de Antequera (Málaga). Lo que no me esperaba es que, en 2011 me quedara sin trabajo.

Mientras conseguía sobrevivir a esa crisis personal y decidía qué hacer con mi futuro laboral, en 2012 creé un blog como hobby y comencé a compartir mis dibujos y pinturas.

El estudio de mi abuelo era mi sitio favorito y mi lugar seguro desde muy pequeña.

MI ESCUELA ONLINE Y MI TALLER SON MIS DOS GRANDES LOGROS

Lo que nunca imaginé, es que poco tiempo después, gracias a la magia de las redes sociales, empezaran a llegarme propuestas de trabajo para pintar retratos personalizados, crear contenido para marcas, ilustrar libros y revistas, participar en eventos de empresarias, impartir cursos online y talleres presenciales de grafito, acuarela y bordados en papel por diferentes ciudades del país.

Después de varios años de veteranía en el mundo digital y con un negocio en pleno auge, en 2020 abrí mi propia escuela online para compartir toda mi experiencia y conocimientos. Y poco después, hice realidad otro de mis grandes sueños: construir mi propio taller artístico, lleno de luz, rodeada de lápices, pinceles, pinturas, blocs, libros, objetos de gran valor sentimental como el caballete y los materiales de pintura de mi abuelo.

The Artist

caballete-de-abuelo.jpg

"Desde muy corta edad, ya era una gran lectora de rostros. De comprender miradas, pequeños gestos, expresiones y emociones."

Hola, mi nombre es Lila

La Jefa

Mi lugar ideal para trabajar, donde perder la noción del tiempo entre trazos y pinceladas, y en el que también me acompaña a diario mi gata Lila “la jefa”.

Es mi pequeña musa. La que espera delante del taller cada mañana para que abra la puerta, entrar la primera y acomodarse entre los materiales de la mesa para observarme pintar. Lo que más le gusta es escuchar el pincel dentro del tarro de agua de la acuarela y jugar con las gomas de borrar.