Un retrato es honrar la vida misma.

Recrear cada día tus mejores momentos.

Tener presente tus vivencias del pasado más preciadas y proyectar esos sentimientos para el futuro.

Un retrato se siente como recordar la carita de tus hijos cuando eran pequeños, el brillo de los ojos de tu abuela cuando ibas a visitarla, o los hoyuelos que le salen a tu padre en las mejillas cuando sonríe. Es tener cerca a personas que quizá ya se han ido o que no puedes ver tanto como te gustaría.

La vida no es perfecta y pasa rápido, pero tiene muchos momentos dignos de ser pintados.

Por eso un retrato de ese instante tiene tanto valor. Porque de alguna forma, puedes volver a revivirlo cada vez que lo mires.

Y es que, un retrato es mucho más que un parecido físico. Un retrato es emoción.

Un retrato es celebrar los momentos más felices, los más divertidos. El que te cuenta una historia sólo con mirarlo a los ojos.

Un retrato puede ser todo aquello que tú quieras contar: unas gracias, un te quiero o eres una persona única en mi vida.

Y es algo tan extraordinario y especial que no solo disfruta quien lo recibe, sino también quien lo entrega: tú.

Tipos de retratos

Ideal para ti si quieres un dibujo natural, fiel y lleno de detalles. Con estos sencillos materiales conseguirás un retrato de gran impacto visual y técnico, pero a su vez lleno de emociones en blanco y negro. Este tipo de retrato tiene un acabado tan real que conseguirás sentir su personalidad a través del papel, así como sus expresiones más auténticas.

Este tipo de retrato es para ti, si quieres dar luz a tus mejores recuerdos y personas más queridas a base de aguadas llenas de color, transparencias y acabado real con un toque expresivo. Gracias a la viveza y frescura de esta técnica, conseguirás un retrato con mi pincelada más personal que hará brillar los ojos de quien lo recibe.

Un retrato a lápiz o acuarela con detalles bordados a mano, es una auténtica joya. Este tipo de retrato está creado con delicadas puntadas de hilos de color y textura para aportarle a tus recuerdos un toque artesanal y extremadamente bello, por lo que se convertirá en uno de tus mayores tesoros.

¿Cómo puedes hacer tu encargo?

Todo proyecto nace de una ilusión. Ese algo indescriptible que crece cuando llega a mi bandeja un email tuyo. Tu ilusión y la mía dan como resultado un retrato que habla de corazón a corazón.

Así podré saber de primera mano lo que significa para ti, y si es para regalar en alguna fecha especial.

1/

Escríbeme y cuéntame tu historia

Lo mejor es que sea una imagen clara y nítida de la persona/s y/o animal protagonista del retrato donde su gesto y personalidad se vean bien reflejados.

2/

Envíame una foto

Además, te informaré de tipos de retratos y medidas para que elijas el que más te guste.

3/

Estudiaré y valoraré el trabajo

Y, una vez formalizado el encargo, me sumergiré en él entre papeles, lápices, acuarelas o hilos de bordar para dar luz a tus recuerdos y personas más importantes.

4/

Fijaremos una fecha de entrega

Y no solo durante el proceso, también durante la fase del resultado final y envío hasta que tengas el paquete en tus manos, listo para regalar o regalarte.

5/

Estaremos en contacto durante el proceso

Junto con el retrato recibes un certificado de autenticidad y consejos de conservación para que sepas cómo protegerlo y cuidarlo para siempre.

6/

Obra certificada

Una de las cosas que más me fascinan es ese momento en el que me escribes para contarme la reacción de tus familiares o amigos al ver su retrato. Mi mail siempre estará abierto para aconsejarte sobre su conservación y decoración.

Un recuerdo como los de verdad: para siempre.

Las personas que ya tienen un retrato en casa dicen…

Gracias por ese retrato en el que captaste a la perfección, no solo mi cara, sino la felicidad en el mejor año de mi vida. Cada vez que lo mire recordaré que lo dibujaste al salir mi primera novela. Haces magia de la buena, querida mía. Felicidades.

Sol Aguirre

No has podido reflejar mejor las expresiones, el retrato es perfecto. No sabíamos a quién encargar ese retrato hasta que te conocí por Instagram, y no tuve ninguna duda de que tenías que ser tú. Sabía que no me iba a arrepentir, porque como ya te dije es insuperable, y al natural mucho mejor. Queríamos tener un recuerdo de Lolo con nuestro hijo y te estoy eternamente agradecida.

Almudena Vasallo

Sus retratos tienen alma, están llenos de detalles y desprenden luz. Su luz. Llevaba unos años deseando tener un retrato suyo y por fin se cumplió mi sueño, así que no puedo estar más agradecida. El brillo en los ojos de mi padre descubrió a la perfección lo que es obra de Almu. Os recomiendo infinito haceros con una obra suya.

Lourdes Ferreras

¿Sabéis esa sensación en la que, tras una pérdida, el dolor lo invade todo? Pues bien, yo para esos momentos ya he aprendido que pedirle a Almu que haga un retrato de mis amores, es una de las mejores cosas que puedo hacer. Porque con su delicadeza, intuición, maestría y cariño consigue que mirando el retrato, me vuelva de golpe todo el amor. Consigue captar de tal manera la esencia de quien retrata, que al mirarlos ya no faltan tanto. Sin ningún tipo de duda, confiar en ella para un retrato, es terapéutico.

Ikerne

Sin palabras nuevamente. ¡Una auténtica maravilla! No puedo describir con palabras la sensación que se experimenta al abrir el paquete y ver el retrato en vivo. Gracias por crear tanta magia.

Inma Banegas

Cuando encontré en internet lo que era capaz de hacer me pareció increíble. Pero cuando llegó a casa uno de sus retratos piensas que hay que tener un don para ser capaz de dibujar como lo hace. Hace arte y crea sentimientos en papel. Un retrato suyo es un regalo único.

Fátima García

Almu, la entrega ha sido todo un éxito, como era de esperar. A Celia le encantó su acuarela. Es un recuerdo maravilloso y hecho con tanta delicadeza y tan acorde a sus gustos que la tiene enamorada. Mil gracias por crear esta maravilla. Encantada de haber dejado en tus manos este regalo tan especial.

Zaira Negrete

CONOCE MI HISTORIA

Crecí prácticamente con un lápiz en la mano en el estudio artístico de mi abuelo, que era pintor autodidacta. Si cierro los ojos, todavía recuerdo el olor a lienzo, madera y aguarrás que inundaba aquel espacio.

Le doy mucho valor a los detalles y las pequeñas cosas. Adoro la tranquilidad, un té, una buena conversación, reír, un abrazo y una película.

The Artist

¿Quieres encargar tu retrato personalizado? Escríbeme aquí y recibirás mi respuesta lo antes posible.